El miércoles, cuarenta demócratas de la Cámara de Representantes votaron en contra de una resolución que condena al régimen cubano y apoya a los manifestantes en la isla.
Según la resolución, se centra en “expresar simpatía con los cubanos que se manifiestan pacíficamente por las libertades básicas, criticando las acciones represivas del régimen cubano y exigiendo la pronta liberación de los cubanos detenidos injustamente”.
La resolución fue aprobada por la Cámara por 382 votos contra 40, y los demócratas emitieron los 40 votos en contra. Los demócratas emitieron tres de los cuatro votos “presentes”, mientras que cinco legisladores no votaron.
La resolución critica la respuesta de Cuba a una importante manifestación contra el gobierno que estalló durante el verano como resultado de la escasez de alimentos y la difícil situación económica del país.
Según Human Rights Watch, el gobierno cubano “participó sistemáticamente en encarcelamientos arbitrarios, maltrato de prisioneros y juicios penales plagados de abusos en reacción a las manifestaciones predominantemente no violentas contra el gobierno en julio de 2021”.
La resolución también solicita que el gobierno cubano permita a los cubanos protestar pacíficamente el 15 de noviembre, cuando un grupo llamado Archipiélago planea manifestarse en apoyo de los derechos civiles.
Yunior García, presidente del grupo Archipiélago, afirmó que los fiscales del gobierno hablaron con él para disuadir la manifestación y advirtieron sobre las implicaciones legales. “No somos mercenarios, ni recibimos instrucciones de nadie”, afirmó García recientemente, según Reuters.
“Estamos expresando libremente nuestro desacuerdo”. Muchos de los demócratas que votaron “no” el miércoles eran del ala más progresista del partido.
El representante Mario Daz-Balart (R-FL), uno de los copatrocinadores de la resolución, dijo a NBC News que el rechazo de la resolución por parte de ciertos demócratas demuestra “cuán extremista es el liderazgo del Partido Demócrata”.
El representante Jim McGovern (Massachusetts), uno de los demócratas que votó en contra de la resolución, justificó su voto y dijo que no reconocía “el papel que juega Estados Unidos para contribuir a la miseria de los cubanos comunes”.
La resolución exigía que el gobierno cubano liberara a todos los presos políticos y dejara de limitar el acceso a internet para su población.
También instó al gobierno de Biden a colaborar con los activistas cubanos, conseguir apoyo internacional, apoyar los objetivos de libertad de los manifestantes y “considerar si Estados Unidos puede desarrollar métodos para permitir que las remesas, los suministros médicos y otras formas de apoyo de Estados Unidos beneficien directamente a los cubanos.
Más recientemente, el Representante Díaz-Balart criticó a la administración de Biden por su falta de resultados para ayudar a las protestas cubanas y lo acusó de ayudar al régimen cubano.