El exjefe de policía de Miami, Art Acevedo, presentó una demanda federal contra la ciudad de Miami, el administrador de la ciudad y tres poderosos comisionados de la ciudad el miércoles, alegando represalias por denunciar sus esfuerzos por usar el departamento de policía para llevar a cabo “agendas personales y vendettas”, interfiriendo con investigaciones, y frustrando sus esfuerzos para reformar la policía.
Según la denuncia, los comisionados Joe Carollo, Alex Díaz de la Portilla y Manolo Reyes “armaron recursos de la ciudad contra enemigos percibidos, emitieron y/o dictaron órdenes de manera inadmisible al jefe Acevedo y al Departamento de Policía de Miami, e interfirieron con sus operaciones”, que excedió la “autoridad discrecional otorgada a los comisionados de la ciudad”.
La denuncia provocó una reprimenda de Díaz de la Portilla el miércoles, quien negó los cargos como una “broma” y calificó a Acevedo de “matón y mentiroso”.
Reyes y Carollo tenían opiniones similares. “Es bastante lamentable que el señor Acevedo haya optado por demandar a la ciudad de Miami ya sus líderes electos por sus propias fallas como jefe de policía”, dijo Reyes en un comunicado.
“Esperamos tratar este tema en los tribunales”.
Carollo también calificó las afirmaciones de “falsas” y calificó al exjefe de policía de “mentiroso y matón escondido detrás de una placa”. “Este hombre hizo malversaciones cuando estuvo aquí”, dijo en una entrevista el miércoles.
Las afirmaciones también fueron refutadas por el administrador de la ciudad, Arthur Noriega. Son “obviamente un intento de tomar represalias contra quienes lo responsabilizaron por sus propias deficiencias como jefe de policía de Miami y de rescatar su reputación profesional culpando a otros”, afirmó en una declaración escrita.
“Espero ansiosamente la oportunidad de refutar los cargos falsos del exjefe de policía”, dijo. La acción legal es la parte más reciente de una prolongada ópera política que involucra a Acevedo, funcionarios de la ciudad y comisionados que estaban irritados por su contratación abrupta, declaraciones agresivas sobre una “mafia cubana” y cargos graves que culminaron en un mandato tenso como jefe.
La disputa de meses que condujo a su destitución permitió vislumbrar la larga historia de conflicto político y tribalismo de la ciudad.
Antes de venir a Miami, Acevedo fue jefe de los departamentos de policía de Houston y Austin, donde saltó a la fama nacional en parte por sus frecuentes apariciones como invitado en las noticias de televisión sobre temas controvertidos, y quizás lo más notable, marchando con los manifestantes después de que George Floyd fue asesinado por un oficial de policía de Minneapolis.