Estados Unidos ha bloqueado la entrada al país de ocho funcionarios del gobierno cubano, acusándolos de participar en la represión en Julio de manifestantes no violentos.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, acusó a los funcionarios cubanos de “intentar suprimir las voces del pueblo cubano a través de la represión, detenciones ilegales y duras penas de prisión” en un comunicado emitido el jueves.
El alto embajador estadounidense mencionó explícitamente el trato recibido por los manifestantes cubanos que en julio salieron a la calle en cifras históricas para protestar por el aumento del costo de los alimentos, la escasez de medicamentos y otras dificultades socioeconómicas en la isla.
“Estas ocho personas incluyen autoridades cubanas involucradas en la captura, sentencia y encarcelamiento de manifestantes no violentos del 11 de julio”, dijo Blinken en un comunicado que no identificó a los funcionarios cubanos.
Las manifestaciones de julio fueron las más grandes en Cuba desde la revolución de Fidel Castro en 1959. Miles de personas salieron a las calles en protesta por la escasez de alimentos, las restricciones a las libertades civiles y la gestión del brote de coronavirus.
Las prohibiciones de viaje son las medidas más recientes tomadas contra Cuba por la administración del presidente Joe Biden, que ha reflejado principalmente las políticas ampliamente criticadas de su predecesor Donald Trump hacia la isla.
La administración estadounidense ha expresado repetidamente su apoyo a los activistas cubanos mientras aplaudía las manifestaciones antigubernamentales.
El gobierno cubano ha acusado a Washington de fomentar los disturbios recientes para desestabilizar la nación, y también ha culpado a las severas sanciones estadounidenses por las terribles condiciones económicas que están experimentando muchos cubanos.
“La administración estadounidense sigue teniendo la terrible costumbre de intentar imponer su voluntad a otras naciones a través de acciones coercitivas unilaterales”, dijo el jueves el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en un tuit.
Más manifestaciones planificadas fracasaron en noviembre, debido al encarcelamiento de muchos miembros de la oposición cubana y la legislación que prohíbe las protestas.
En respuesta, Blinken emitió restricciones de viaje para nueve funcionarios cubanos por lo que describió como actos similares contra los manifestantes.
Según Blinken, más de 600 manifestantes cubanos siguen detenidos, incluidos algunos cuyas condiciones de salud se han deteriorado y que no tienen acceso a suficientes alimentos o medicamentos.
“Estados Unidos continúa utilizando todos los medios diplomáticos y económicos necesarios para presionar por la liberación de los presos políticos y para apoyar el deseo del pueblo cubano de más libertad y responsabilidad”, dijo en el comunicado.